Kira, el mejor regalo.

El pasado día 2 de Enero esto fue lo que ocurrió: Por la noche, bueno, mejor dicho, por la tarde noche, en la casa de las primas llegó mi madre. Nos teníamos que ir a Sevilla por la simple razón de que a mi padre le había llamado el trabajo y tenía una especie de reunión allí. Llegamos a Sevilla, y mi padre abrió la puerta del cuarto desastre y me dijo: Mira, toma tu regalo de cumpleaños. Yo entré extrañada, pensando en que todavía no era mi cumpleaños y que porque iba a estar allí en Sevilla. Cuándo entré en la habitación no podía creer lo que estaban viendo mis ojos, ¡un cachorrito de Beagle! Al parecer tanto insistir sobre el perrito a funcionado, ja, ja. Era pequeñita, oscurita y muy kuksina, ja, ja. (Si tengo alguna foto para poner las pongo, pero en todo caso lo pondré en otra entrada) Tardamos mucho, muuuuucho tiempo en ponerle el nombre, al fin decidimos ponerle Kira. Se quedó dormida en su cama, y siempre tenía muchas ganas de irse hacia la alfombra naranja para hacerse pis. Nos fuimos ha dormir, Kira durmió con mis padres. Ya, por la noche no paraba de llorar y de llorar, mi madre, al oírla, creía que era un tendedero crujiendo, ja, ja. Es el mejor regalo que me han podido regalar nunca.